Una de las decisiones más cruciales que enfrentan todos los escritores al querer dar a conocer su producción es si presentarse con el nombre que les fue dado por sus padres al nacer o elegir un seudónimo. Esto es relevante porque será la forma en que los lectores y la comunidad literaria en general identificarán al escritor a lo largo de su trayectoria.
Usar el nombre real genera una sensación de reconocimiento más profundo entre el yo-persona y el yo-escritor. Es lógico que los autores deseen que se reconozca su autoría sobre sus obras, y la forma más tangible y genuina es a través de su nombre y apellido. Además, utilizar el nombre real elimina cualquier problema de derechos de autor u otros trámites legales durante el proceso de publicación.
Un seudónimo es un nombre que utiliza un artista para dar a conocer su actividad y que no corresponde al nombre legal dado por sus padres o tutores. Puede estar compuesto solo por el nombre o ir acompañado por uno o más apellidos. Frecuentemente, es el propio artista quien lo crea. Este se puede utilizar con varios propósitos, entre ellos:
1. Generar una identidad literaria diferenciada de la identidad personal del escritor. Esto sucede especialmente en autores que prefieren mantener su vida personal al margen de su actividad literaria, por lo que prefieren utilizar un nombre distinto en sus obras y ser reconocidos por este.
2. Mantener el anonimato. Algunos autores prefieren que su nombre e identidad reales se mantengan ocultos para salvaguardar su vida privada y ser conocidos únicamente por sus obras a través de su seudónimo.
3. Tener un nombre único, especialmente en los casos de los escritores que tienen nombres y apellidos recurrentes. Un seudónimo evitará la homonimia entre escritores y permitirá tener un nombre original.
4. Tener un nombre sonoro y fácilmente recordable, ya que en algunos casos el nombre real puede ser complejo, de difícil pronunciación o escritura, generar poca recordación o carecer de sonoridad.
Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Azorín, Clarín, George Orwell, Lewis Carroll, Mark Twain, Virginia Woolf, Voltaire son algunos de los escritores famosos reconocidos por su seudónimo más que por su nombre real.
¿Uno o varios seudónimos?
Existen escritores que llevan la decisión de seudónimo más allá: utilizan nombres diferenciados según el género literario que escriben. Es normal que si una persona utiliza un nombre para escribir novelas de suspenso, pueda querer utilizar otro para escribir novela juvenil y que estos dos nombres no se asocien directamente con el mismo escritor. Así, la identidad del seudónimo está estrechamente ligada al género que escribe y a la forma en que quiere ser conocido por sus lectores en dicho género.
La decisión final
Tomar la decisión puede ser complejo; las implicaciones de utilizar un seudónimo incluyen diversas consideraciones, como se señaló anteriormente. Por lo tanto, es importante realizar un prolongado ejercicio de reflexión en el que se analicen los pros y los contras de acuerdo con las circunstancias particulares de cada escritor.
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